Tres mini dúplex en un piso / Barcelona
Una vivienda del centro de Barcelona crece sin ampliar gracias a una reforma de vilablanch que maximiza los espacios con ingenio y transforma el uso del altillo, que ahora alberga tres mini dúplex.
Curiosamente, ¡con tres escaleras se gana más espacio que con una sola!
EL ENCARGO
Situada en un edificio del Eixample de Barcelona de principios del s.XX, la vivienda fue reformada por última vez en los años 90 bajo unos criterios arquitectónicos muy modernos para la época.
El encargo nació de dos necesidades muy claras: por un lado, los clientes detectaron que la vivienda estaba condicionando su modo de vida, porque la distribución que tan bien les funcionó en los 90, ya no se adaptaba a sus nuevas necesidades; por el otro, necesitaban espacios de trabajo independientes para cada miembro de la familia. El encargo vino acompañado de una petición: los clientes no querían renunciar al altillo, ya que era un espacio conectado visualmente a la casa que les ofrecía sensación de apertura.
PROYECTO DE ARQUITECTURA INTERIOR
ANÁLISIS
Tras analizar los puntos fuertes y débiles de la vivienda, nos dimos cuenta que era preciso repensar la casa: el altillo era una larga pasarela (1.8 m de ancho x 11 m de largo) muy poco funcional, la zona de la casa con más luz -la que da a la calle- apenas se utilizaba, no había recibidor ya que estaba ocupado por la escalera del altillo... Al mismo tiempo, había un exceso de materiales que convivían creando un caos visual (convivían hierro, cristal, acero inoxidable, madera de haya, parqué oscuro, paredes de colores, etc.) y enmascaraban los elementos arquitectónicos originales de valo
No obstante, había aspectos a potenciar como la estructura del altillo (estaba muy bien construida y permitía una conexión permanente con la vivienda) y los elementos arquitectónicos que se habían conservado (como los suelos Nolla, la bóveda catalana y la carpintería de fresno).
EJES CLAVE
La intervención llevada a cabo por vilablanch tiene dos ejes clave:
1) Racionalizar el uso de los espacios y maximizarlos sin realizar derribos: se les da nuevos usos y se aprovenchan las estructuras existentes. El ejemplo más claro es el altillo -antes poco funcional y desaprovechado- que ahora alberga tres minidúplex.
2) Devolver a los elementos originales todo su protagonismo: se logra eliminando el exceso de materiales existentes e incorporando una materialidad neutra y sobria que establece un diálogo respetuoso con lo preexistente.
1. RACIONALIDAD
Racionalizar el uso de los espacios es una máxima del estudio para llegar a la distribución que mejor encaje con la familia y sus necesidades.
El altillo se cierra y se divide en tres mini dúplex
Se mantiene la estructura del altillo, pero se le da un nuevo uso haciéndole un “vestido” con un revestimiento de tableros HPL. El altillo se divide en tres zonas independientes, cada una con su propia escalera: dos para las habitaciones dúplex de las niñas (con dormitorio y zona de estudio), y la tercera, para el baño suite de la habitación principal. Todas las escaleras esconden, en su estructura, armarios empotrados con gran capacidad de almacenaje.
Se separan las zonas de trabajo de las zonas de descanso
Se crea una zona de trabajo para cada miembro de la familia: el estudio de la madre se sitúa en la galería que da al patio de manzana, el del padre en el despacho que hay junto al salón, y las niñas en la planta baja de su habitación.
Se recupera la zona de día como espacio clave de la casa
En la parte delantera de la vivienda se crea una cocina abierta conectada a un gran salón comedor bañado de luz natural. La nueva distribución les permite disfrutar esa parte de la casa que antes estaba olvidada: se duerme en la zona más oscura y la zona con más luz se disfruta durante el día.
Sin metros perdidos
Ahora, no hay metros perdidos, sino espacios ganados. Se gana un recibidor acogedor y espacioso que da la bienvenida al hogar, una “habitación dúplex” para cada hija, un baño de cortesía y un despacho para cada uno.
2. MATERIALIDAD NEUTRA
Para vilablanch la materialidad está supeditada al valor arquitectónico del espacio. Cuanto más valor hay, más discreta debe ser nuestra intervención.
Un cerramiento ligero para una estructura potente
La estructura de hierro del altillo era sólida y bien ejecutada. Gracias a ello, no hizo falta ningún refuerzo estructural y se pudo trabajar con un material seco y ligero para cerrarlo: tableros HPL (tableros de madera fenólicos laminados de alta presión).
Este mismo material se empleó en las escaleras de acceso a los tres altillos y en los armarios situados bajo las escaleras. Se abrieron ventanas al pasillo en todas las habitaciones superiores para conservar la conexión visual con la vivienda.
Pavimento continuo en substitución del parqué
En el suelo de la vivienda se conserva el mosaico Nolla original de manera muy honesta. El parqué de madera que había en ciertos espacios se cambia por pavimento continuo. Este mismo material se emplea en los revestimientos de los distintos baños.
Colores neutros
En suelo y paredes se aplican colores neutros, para que todo el protagonismo recaiga en los elementos originales. Se elige un tono piedra para el pavimento continuo, un off-white para el cerramiento del altillo y blanco para las paredes. Solo se incluyen unas pinceladas de color en las puertas y ventanas del pasillo, en sintonía con la paleta cromática de los mosaicos Nolla.