Consultoría de interiorismo para una promoción de viviendas flexibles en el Maresme / Barcelona
El estudio vilablanch ofreció un servicio integral de consultoría de interiorismo al departamento de Innovación Inmobiliaria de Solvia para la creación de una nueva modalidad de viviendas flexibles e inteligentes en Sant Andreu de Llavaneras (Barcelona). Desarrolló el concepto de viviendas que “crecen y evolucionan contigo”, definió el proyecto global de interiorismo y realizó una casa piloto.
Casas inteligentes, flexibles y adaptables
El Departamento de Innovación Inmobiliaria de Solvia quería llevar a cabo una promoción de viviendas unifamiliares en Sant Andreu de Llavaneras (municipio de la provincia de Barcelona situado a 10 minutos del mar), empleando un sistema constructivo muy innovador: dos cuerpos de hormigón apilados en vertical, comunicados mediante una apertura que permite conectar las instalaciones entre plantas y con un hueco para colocar la escalera.
Para hacer realidad el proyecto, Solvia contactó con el estudio vilablanch. Durante las primeras reuniones de briefing y conceptualización se perfiló el encargo integral del proyecto en base a dos ejes principales: la distribución y los acabados (look and feel). Las premisas a seguir eran:
- Pensar en las distintas tipologías de familias que podían habitar la casa (solteros, parejas sin hijos, parejas con hijos…).
- Diseñar unas distribuciones de viviendas apropiadas para cada tipología de familia, a partir del espacio diáfano de los bloques.
- Proyectar unas viviendas flexibles, que evolucionasen con sus habitantes, en función de sus necesidades y momento vital.
- Realizar un proyecto de interiorismo que transformara las cajas de hormigón en un hogar.
- Crear una casa piloto que pudiese explicar el innovador concepto de esta vivienda.
El estudio vilablanch desarrolló un proyecto de distribución escalable, con varias distribuciones correspondientes a diferentes programas. Estas distribuciones se adaptan a las diferentes tipologías de familia y están pensadas para evolucionar junto al cliente, en función de sus necesidades cambiantes.
Distribución flexible
La vivienda se entrega con el mínimo de compartimentaciones, apostando por los espacios amplios y diáfanos, y con las instalaciones interiores preparadas para adaptarse a los futuros cambios de distribución que quieran realizarse. En total, la vivienda suma 165 m2 construidos y 138 m2 útiles, distribuidos en planta subterránea con aparcamiento para dos coches y con un espacio diáfano que se puede personalizar al gusto, planta baja con jardín privado y planta primera. Además, la vivienda puede ampliarse en altura, construyendo una planta ático, y dispone de zonas comunes con piscina y huerto comunitario donde un jardinero cultiva alimentos para los propietarios y promueve la educación ambiental entre los más pequeños.
¿1 habitación, 2, 3, 4 o 5?
vilablanch proyectó una promoción de casas preparadas para crecer con el cliente, en las que cada familia puede decidir cuántas habitaciones tiene y quiere, en función de su estilo de vida. Partiendo de una casa de una habitación independiente y dos baños en origen, es posible llegar a crecer hasta cinco habitaciones independientes y tres baños.
Construir, no destruir
La premisa a seguir para adaptar la vivienda a los cambios que desee el cliente siempre es crear, crecer y construir, nunca destruir. Para lograr nuevas distribuciones y divisiones de espacios no hace falta hacer ningún derribo, sólo es preciso levantar tabiques y situar estratégicamente piezas de mobiliario.
Instalaciones a punto
Los bloques de hormigón armado que constituyen cada vivienda cuentan en su zona central con unos núcleos cerrados con falso techo que contienen las instalaciones de la casa (electricidad, agua, desagües, aire acondicionado, calefacción, domótica…). Esta zona central distribuye las instalaciones hacia los tercios frontal y posterior. La distribución eléctrica es vista y las instalaciones sanitarias se ocultan en el núcleo central. La distribución de las instalaciones ha sido pensada para soportar y dar funcionalidad a los futuros cambios que pueda experimentar la vivienda a lo largo del tiempo. Las instalaciones sanitarias, por ejemplo, ya están previstas en las zonas donde podrían habilitarse baños, y los mecanismos eléctricos y los puntos de luz están estratégicamente ubicados para soportar todas las distribuciones previstas.
El equipo de interioristas de vilablanch desarrolló una propuesta de acabados y materiales que proporcionasen calidez de hogar a las viviendas.
- Las paredes de la fachada, los techos, las puertas, las divisiones interiores y las divisiones de la escalera se pintaron de un color blanco roto, para crear un sutil contraste con el color del hormigón.
- Se eligió una escalera de estructura metálica con peldaños de madera de roble macizo y con un diseño ligero para conectar visualmente toda la planta.
- Toda la propuesta de iluminación se planteó con objetos luminosos exentos en paredes y techos, para mantener intacta la imagen del la estructura de hormigón. Las luces y lámparas se escogieron buscando dar un ambiente cálido a las distintas estancias y rebajar la sensación industrial del hormigón.
- El mobiliario se eligió intencionadamente de color blanco y madera de roble, para contrastar con los elementos arquitectónicos.
El proyecto propuesto por vilablanch se concretó en la creación de una casa piloto y diversos renders de espacios totalmente ambientados, que permiten explicar muy bien este innovador concepto de vivienda.
En la casa piloto el cliente puede ver muy claramente cómo será la distribución básica de la vivienda y visualizar las posibles distribuciones futuras en función de sus necesidades. La distribución del mobiliario en la casa piloto está pensada para que insinúe las diferentes plantas posibles para estos espacios diáfanos. Por ejemplo, la mesa de la cocina muestra el lugar donde podría ir una isla, el mueble divisorio que hay entre la cocina y el estudio indica el punto donde puede alzarse un tabique para cerrar una habitación en la planta baja, la librería que hay en la planta primera sugiere el tabique que puede alzarse para cerrar ese espacio y el cabezal de la cama indica el lugar donde acabaría el dormitorio en caso de construirse un tercer baño en la casa.